martes, 21 de octubre de 2008

Donde está Morfeo?

Son las 2 y veinte de la madrugada, estoy delante de la mesa, cansado y leyendo los temas de economía que nos preguntarán en el test del próximo lunes. En el horizonte de la próxima semana planean también dos casos de economía, un caso de estadística, la presentación de "Organizational Behavior" y el examen de estadística del próximo viernes 31 de octubre. Para acabar de complicarlo todo le añadimos que estoy en medio de la organización de la fiesta de Halloween y apoyando el divertido apartado logístico de la Sunny Cup (una interesantísima competición deportiva entre escuelas de negocios). Si le sumamos como última variable que me voy a pasar el fin de semana en Hanzhou, podeis imaginaros que estoy a punto de caer en la locura.

La única cosa buena es que mañana a las 12 habré acabado las clases por esta semana y tengo un pseudo fin de semana previo al fin de semana de verdad. Pero la planificación que requieren algunas cosas y el nivel de hartazgo que me provocan otras están a punto a punto de acabar con la poca paciencia que tengo.

El fin de semana no ha estado mal: el viernes degustamos una serie de productos traídos de España por Antonio. Nos pusimos tibios de chorizo, jamón, lomo, tortilla de patatas, etc, etc. Después fuimos a la warm-up party (fiesta de inauguración de casa) de Andrés, el único 07 español que está por aquí, aunque estábamos tan cansados que nos recogimos pronto. El sabado fue día de estudio y el domingo estuvimos presentes en el primer Europe Day organizado por la escuela, con diferentes invitados dando conferencias, entre ellos embajardo de la Unión Europea en China. Medianamente interesante.

Resumen, no escribo más porque no hay nada interesante que contar, me paso las horas en la habitación, estudiando, escribiendo textos, etc, etc... Apenas salimos a cenar, apenas salimos a dar un paseo, apenas tengo tiempo para leer. No sé como se lo hacían el año pasado para salir más o irse a cenar fuera de la escuela cada noche, pero en general nosotros no somos capaces de llevar una rutina decente.

La semana que viene al menos os podré contar lo de Hanzhou, una novedad.

lunes, 13 de octubre de 2008

Vida de este chico

Escribo esto demasiado tarde, demasiado cansado, con los ojos demasiado cerrados pero sin poder dormir. Cuando trabajo hasta tarde se produce el curioso efecto de que mi cuerpo parece querer más: "menos descanso, más caña, mañana sufrirás las consecuencias", me dice con voz malévola. Y como estoy esperando a que decida que ya me ha hecho sufrir suficiente, he pensado en aprovechar el tiempo escribiendo en blog.

No podeis imaginaros la cantidad de posts que he dejado a medias esta semana, y los he dejado inacabados por mil motivos. Algunos no me gustaban, algunos empezaban bien pero de repente no sabía como seguirlos, otros eran algo melancólicos, los menos eran excesivamente oscuros. Pero lo cierto es que he escrito muchos porque me he pasado muchas horas en mi habitación, pensando, reflexionando, estudiando, viendo vídeos de Youtube (especialmente la Teletulia de Arús), valorando posibilidades, realidades, cambios y emociones. Ha sido una semana especialmente dura por motivos varios, familiares, personales y escolares, pero en este momento las cosas van mejor, el día (y la noche) sonríen y las oportunidades aparecen de nuevo claras en el horizonte. O como mínimo, algo más claras, que no es poco.

No hay muchas cosas que contar: hemos tenido un examen de Accouting (espero que haya ido bien), estamos inmersos en mil y un proyectos y trabajos en grupo y el horizonte se muestra oscuro, repleto de trabajo, superpoblado de bombas que están paradas en el aire esperando el momento justo para caer. Afortunadamente algo de ocio interesante se avecina, lo más cercano un fin de semana en Hangzhou con gastos pagados y acompañados de un buen montón de gente (toda muy maja y muy bien elegida por nosotros -the Spanish Mafia of the MBA-), lo más lejano la final de Masters de Shanghai (y esperemos, crucemos los dedos, que podamos ver a Mr. Nadal).

Por lo demás, la cultura china ya no es motivo de discusión en este blog porque siendo realistas vivimos en una especie de cajita que tampoco nos permite vivir demasiado la cultura local del país. Todo lo que me pudiera chocar de mis compañeros creo que ya lo he visto y tampoco es demasiado emocionante. A todo te acostumbras, todo lo acabas pasando por el tamiz de la normalidad, es una de las virtudes del ser humano, una que le evita enloquecer.

Poco más que decir, en este caso vais a ser afortunados (o no) porque el post va a sobrevivir. Todavía estoy pensando en rescatar algunos de los que dejé a medias, creo que había uno o dos que podría perfectamente resistir una lectura. Mientras tanto, me alegro de sentiros (a los que quedeis) al otro lado, en sintonía, esperando que el ruido, la imagen estática y la repetición se transforme en novedad.

Para acabar: estoy viendo (y disfrutando) la cuarta temporada de Supernatural, leyendo (y disfrutando) "El Quinto día" y escuchando (y disfrutando) el nuevo disco de Ben Folds y el disco de Russian Red. Intento que el MBA no eclipse mis amadas fuentes de ocio.

lunes, 6 de octubre de 2008

Entre Hong Kong y Macao 2


Llegan las fotos, pero no fotos al uso que para eso teneis Internet. En esta selección tendreis un poco de todo. Podeis vernos a los tres en un mirador que proporcionaba una estupendas vistas de Hong Kong. Podeis ver a Ruben haciendo nuevas amigas en el pseudo-barecillo en el que comimos el primer día, a Antonio infiltrándose junto a una pareja de estudiantes de Macao (con sus preciosos uniformes) y a servidor en "The Venetian" (el casino de Macao), en el ascensor del hotel Península o junto a un animalillo ensartado en un palo. Espero que os gusten.















miércoles, 1 de octubre de 2008

Entre Hong Kong y Macao 1

Amigos y amigas, estamos de vacaciones. Esta semana los chinos celebran su fiesta nacional y la escuela nos da unos completitos diez días de fiesta, sin clases, aunque con trabajos y algo de estudio. Aprovechando la oportunidad Ruben, Antonio y yo hemos cogido nuestras maletitas y hemos visitado Hong Kong y Macao. Aquí va un pequeño resumen de nuestras experiencias. Mañana las fotos.

Dato 1: casi perdemos el avión a Shenzhen. No calculamos bien y llegamos con el tiempo justo para embarcar. De Shenzhen a Hong Kong fuimos en autocar, la opción más barata y no excesivamente pesada. Toda la mañana para llegar a Hong Kong y al hotel.

Dato 2: la habitación del hotel era pequeña pero las vistas eran bonitas, las tres camas ocupaban casi todo el espacio pero nos apañamos bien. El hotel estaba en un barrio muy chino lleno de tiendas con cosas secas, entre ellas animalejos extraños y setas enormes.

Dato 3: la alimentación ha estado bien, desde lo más chino (arroz con carne a la "barbacoa") hasta lo más occidental (arroz con marisco y bacalao a bras en un portugués). Hemos elegido restaurantes bien distintos y de prácticamente todos hemos salido contentos.

Dato 4: Hong Kong es una ciudad curiosa, no sé todavía si me gusta o no; es más sucia que Shanghai, también es más pequeña, tiene zonas muy chinas y otras que no lo son para nada. Lo peor es que no hablan mandarín y todos los esfuerzos que haces con el chino allí nos sirven de nada. Resumen: ciudad para visitar, seguro, ¿para vivir? uhmmm me lo tendría que pensar.

Dato 5: Macao es más curiosa aún que Hong Kong. China, influencia portuguesa y casinos estilo Las Vegas. Sí. Todo junto. Sí. Todo mezclado. Sí. Todo raro. Pero es una ciudad que parece agradable para pasear, que mezcla cosas que a los españoles nos resultan próximas y conocidas y que te permite visitar casinos. De hecho, visitamos uno, The Venetian, que es realmente impresionante; enorme, lleno de tiendas y de reproducciones de zonas típicas de Venecia, con canales y gondolieri y evidentemente con mesas de juegos llenas de gente deseando gastarse todo su dinero persiguiendo la ilusión de una hipotética victoria.

Dato 6: Uno de los barrios de marcha de Hong Kong es exactamente igual a Lloret. Lleno de ingleses borrachos y carente de interés a los cuarenta minutos de estar allí. Pero como estás en China molesta menos. Sólo un poco menos.

Dato 7: Hong Kong es un lugar estupendo para que te pasen dos cosas, que te quiten las gafas para iniciar una conversación y que te encuentres a un antiguo amigo al que no veías desde hacía cinco años. Nada de eso me pasó a mi, pero sí a mis compañeros de viaje.

Tras el viaje, vuelve la rutina y las obligaciones. Sobreviviremos. Afortunadamente el break ha sido perfecto para coger aire y volver al trabajo con energías renovadas.