miércoles, 25 de marzo de 2009

En Beijing 2

Los días de vacaciones en Beijing se han terminado y estoy esperando en el aeropuerto para coger el avión y volver a la "cruda realidad". Rubén está a mi lado leyendo el caso de estrategia para mañana, yo acabo de terminarlo y como tengo tiempo pues empiezo a escribir el post aunque no lo podré publicar (No hay wi-fi accesible sin pagar). De fondo escucho una selección musical formada por Los Planetas, Fangoria, Klaus&Kinski y The Delgados y de golpe me doy cuenta de lo extraña e incoherente que es. La gente empieza a moverse hacia el mostrador de embarque, parece que en diez minutos o menos empezaremos a embarcar y tendré que apagar el ordenador.

Beijing es una ciudad interesante. Me ha gustado más que la primera vez que estuve, y esta es la segunda vez que escribo esto (la primera fue con Tokio). No sé si eso me puede llevar a una generalización pero creo que es pronto. Aunque ahora me viene a la memoria que también me pasó con París pero no con Amsterdam o Nueva York. Interesante ejercicio para el futuro, llevar una lista de las ciudades que me han gustado más la segunda vez que la primera. Además, hay una segunda implicación, ¿qué pasa con aquellas ciudades que he visitado y que no me gustaron la primera vez? ¿Tengo que volver a Lisboa, Bruselas o Cuenca y comprobar si la desidia que sentí allí ha desaparecido?

Haciendo un ejercicio de cutre metaliteratura, este es el post que estaba escribiendo mientras esperaba el momento del embarque. Mi idea era acabarlo esa misma noche pero estaba tan cansado que no pude, y empezaron a pasar los días. Como iba diciendo, en esta segunda visita Beijing me ha resultado más interesante. Mis paseos por los alrededores de la Ciudad Prohibida, el parque Jingshan, el impresionante Palacio de Verano o la zona Olímpica. Además, el Bejing kaoya (pato Pequín) es siempre un plato excelente y la zona de bares alrededor de HouHai es también destacable. En resumen, un buen fin de semana, que me ha devuelto unas fuerzas que creía irrecuperables.

La semana transcurre más que bien, entre reuniones de grupo, clases, trabajos, estudiar chino... La rutina habitual, ya sabeis. A eso se han unido dos cosas extraordinarias: ayer alguien me dio una charla de la que no voy a hablar mucho más y que me ha hecho pensar bastante y hoy hemos tenido la fiesta dedicada a la gastronomía del sudeste asiático. Hemos cenado, hablado, pasado un buen rato, ha estado bien. Mañana empieza el fin de semana porque el viernes volvemos a no tener clases, la tónica habitual (con alguna pequeña excepción) en las próximas semanas.

Escuchando: Un buen día, de Los Planetas. Y lo está siendo...

2 comentarios:

Rocío dijo...

qué charla? quién? no has mencionado los panes, que sin duda, han influido en tu impresión positica....

David F dijo...

es verdad, se me han olvidado los panes, y los tenia en la cabeza

que desastre