Semana dura

Siento mucho el silencio de todos estos días pero la semana ha sido lo suficientemente dura como para que no tuviese tiempo para compartir historias desde el blog. No ha sido una semana dura a nivel de entregas pero sí lo ha sido desde el punto de vista de las clases, muchas, mañana y tarde. Tres clases de estadística (si contamos el taller de excel) y una clase de una asignatura nueva que continuaremos en noviembre además de las clases de chino han venido a completar un panorama que ya de por sí es cansado. Para hacerlo un poquito más difícil teniamos las discusiones de grupo y el proceso electoral. Finalmente he sido elegido para ser el Social Event Director aunque ahora mismo no estoy seguro si eso debe alegrarme o no, pero ya os iré contando.

Por lo demás, la vida sigue igual. De clase en clase, de lectura en lectura, de trabajo en trabajo, así van pasando los días. Tenemos la teoría de que aquí los días son más cortos porque no cunden para nada, tan pronto acaban las clases y cenamos no tenemos tiempo de completar las cosas que deberiamos hacer. Hay que robar horas al sueño y la verdad es que empiezan a ser muchas las que robamos.

Afortunadamente el fin de semana está aquí y es largo (porque esta noche es el festival de la mitad de otoño, una fiesta en la que los chinos se reunen con sus familias). El viernes, junto a unos compañeros de clase, fuimos a cenar a un restaurante tailandés en un centro comercial que está cerca de la torre de la perla (Sergio, si lees esto, es el centro comercial en el que estuvimos en Shanghai, uno muy grande donde compré dos abanicos). En el restaurante hay un grupo musical que se pone a cantar canciones por las mesas y en el grupo había dos tipos extremadamente no heterosexuales, uno vestido con un traje amarillo y otro de policía (con su porra, no quiero bromas). Antonio, al que le gusta mucho ponerse de pie y armar jaleo, se vio literalmente acosado por el tipo de amarillo que quería bailar con él y arrimársele del todo. La escena era hilarante, la cara de Antonio era un poema y mientras el tío de amarillo le perseguía y él se iba corriendo, en la mesa no podiamos parar de reir. Luego la tomó conmigo y se sento en mi pierna y yo también acabé huyendo. Muy, muy divertido. Después nos fuimos a bailar un poquito a Zapata's, una discoteca llena de expats y pasamos una noche de lo más movidita.

Ayer sábado, tras desaprovechar todo el día y no estudiar nada, nos fuimos a cenar a un restaurante en una zona pija de Shanghai, Xintiandi. Tras la cena visitamos tres locales diferentes, The Glamour Bar todos juntos, y luego Antonio, David y Miguel (un amigo de Jorge) fuimos a Attica y al fantástico Bar Rouge. Las cinco de la mañana pasadas y el cielo ya clareando nos daban la bienvenida a la residencia. Me estoy dando cuenta que salgo demasiado en las historias de salir hasta demasiado tarde...

Esta mañana, totalmente muerto de sueño, he tenido una reunión del Comité de Estudiantes mientras comíamos y después se ha cancelado una salida turística que habiamos medio montado. Eso me ha dado tiempo para ponerme a estudiar algo, que ya toca.

Y esto es el resumen de la semana. La próxima es más ligerita en cuanto clases pero se complica en lo que se refiere a entregas. Vamos balanceando. Dos semanas más y una semanita de vacaciones, estamos intentando ir a Hong Kong. ¡Qué ganas!

Si puedo entre semana os explico algo de las clases, de porqué creo que a ratos esto es un poco como EGB y también porqué podría ser que la próxima semana nos diese alguna clase Coco o Kermit.