Del tiempo y otros detalles

Esto no es un pasadizo del terror, es uno de los corredores de la escuela que de noche se ve bastante menos acogedor que de día. ¿Que por qué lo pongo? Pues básicamente porque es una de mis imágenes diarias, el recorrido que cada noche después de cenar hago para volver a mi acogedora habitación.

Las rutinas aquí se enquistan como en cualquier otra vida. El English Pre-Course y las clases de chino (aunque afortunadamente, esta semana mi profesora está de vacaciones y no tengo clase) han convertido mis primeras semanas aquí en una apretada agenda de horas de clase, ejercicios, prácticas en grupo y discusiones. El afortunado preludio de lo que vendrá, dirán algunos, que me permitirá subirme al tren del MBA con impulso; pero para mi son cuatro semanas que podrían ser de fiesta y que se han convertido en cuatro semanas de entregas, aburridas clases (menos de lo que pensaba, eso sí) y madrugones. ¿De que te quejas?, me preguntareis. Y teneis razón, no hay ningún motivo por el que pueda quejarme. Sin embargo, todos tenemos una idea de lo que van a ser los primeros días en un sitio lejano, llenos de preparaciones, de trámites y de agobiantes procesos de instalación. Pues bien, yo no he pasado demasiadas horas haciendo trámites, ni he perdido demasiado tiempo con la instalación, ni siento que esto haya sido pesado. Al contrario, ha sido tan ligero que casi 20 días después de haber llegado aquí me siento como en casa. No es mi casa, dista mucho de serlo, pero me sorprende a mi mismo lo cómodo que me resulta levantarme por las mañanas y saber que empieza un día nuevo a miles de quilómetros de Santa Coloma, donde todo era predecible y mi vida era tranquila y estaba acompañada de gente que me quería. Los primeros días la sorpresa es inevitable, ahora ya la rutina es parte de mi vida, como la de todos, y eso es bueno, por supuesto porque he superado una fase que creía más difícil, más costosa.

Ayer me descubría a mi mismo pensando en cosas que echaba de menos y no había tantas, aunque sé que a medida que pasen los meses encontraré más motivos para tener ganas de volver. Ahora mismo ya hay unos cuantos, pero afortunadamente mantengo conversaciones (orales y escritas) con ellos de forma regular.

Por cierto, empezó a llover ayer por la noche y hoy ha seguido de forma intermitente, me he salvado de ser árbitro del partido de baloncesto y paso mis ratos libres viendo la tercera temporada de "How I met your mother". Para vuestra información.

Extrañas propuestas

El post de hoy va sin foto porque no he hecho ninguna del campus que me guste demasiado. A ver si mañana me llevo la cámara y empezais a ver las instalaciones un poco en detalle.

Los días aquí ya no son nada tranquilos, entre el English Pre-Course y las clases se me van las horas volando y apenas tengo tiempo de ir al gimnasio, hacer los deberes y conseguir mantener un poco de vida social. Lo que sí está favoreciendose gracias al Pre-Course es la posibilidad de montar planes con los chinos, a cada cual más extraño eso sí. Y para muestra, un botón, en realidad dos:
1- esta mañana hablando con ellos de no sé exactamente que tema, me viene uno y me pregunta si tengo televisión en la habitación. Le contesto que no y me pregunta que como voy a ver los juegos olímpicos. Evidentemente no sé que responder y él me dice que en la escuela se alquilan televisiones a bajo precio y que, atención, podríamos alquilar una entre unos cuantos y ponerla en el rellano de las habitaciones y ver juntos las diferentes competiciones deportivas. Evidentemente, me quedo a cuadros y no sé que contestar. La que se avecina.

2- diez minutos más tarde se me acerca otro y me pregunta si sé jugar a basquet. Le dijo que mejor que no sea yo la estrella que los va a salvar. Me mira y me dice que si me sé las reglas del basquet y le contesto que aproximadamente así. "Ah, entonces ya nos sirves", me dice, "Podrías hacernos de árbitro en un partido que vamos a hacer el miercoles entre chinos y coreanos, para resolver las cosas más complicadas". Entre líneas se puede leer: cuando nos vayamos a meter de hostias, te pones en medio y las recibes tú. Evidentemente me vuelvo a quedar a cuadros y sin saber que decir. La próxima foto que pondré será la de mi ojo morado.

Por lo demás, todo bien, hemos cenado Jorge y yo con Susana, se nos ha unido Paolo (italiano, evidentemente, y muy majete) y la velada ha sido muy agradable, como habitualmente. La experiencia es gratificante, conoces a un montón de gente y por ahora estoy bastante encantado, ¿qué más se puede pedir? Ah, sí, que no me partan la cara el próximo miercoles.

Ya os informaré, que mañana celebramos el cumpleaños de Gloria, otra MBA07, y no sé hasta que niveles llegará la fiesta. Los que vayais a empezar las vacaciones pronto, que lo paseis muy bien, y escribidme comentarios anda que me hace ilusión.

Zài Suzhou

No os asusteis, hoy no va de lecciones de chino. El título significa simplemente "En Suzhou", y de Suzhou va el post de hoy. Ayer sábado fui a visitar Suzhou junto con Ruben, Xavi y Jorge. Suzhou es una ciudad de cinco millones de habitantes situada cerca de Shanghai y es bonita porque la atraviesan diversos canales, tiene muchos jardines, varias pagodas y otras atracciones turísticas.

Y la verdad es que Suzhou merece una visita, aunque a mi no me pareció tan emocionante como me la había imaginado. Aún así, nos proporcionó un buen día de turismo, que ya hacía falta y también de gasto, pues los chinos van aprendiendo y las entradas a los jardines y templos valen lo suyo. En total nos gastamos en entradas un total de 175 yuanes, unos 17,5 euros. No fue una aventura exenta de peligros, pues uno de los taxis que cogimos tenía como conductor a un auténtico kamikaze que llegó a ponerse en el carril contrario justo en el momento en el que se nos abalanzaba encima un autobús. Aclaro que el autobús tuvo que apartarse y que por un momentó yo sentí que no iba a acabar el MBA. Así es el tráfico en China, excitante.

No os voy a dar demasiado la brasa con el tema de Suzhou, siempre podeis buscar por Internet fotos bonitas del sitio, pero os recomiendo encarecidamente el "Jardín del Maestro de las Redes", pequeño, precioso y poco concurrido, tres características que se llegan a apreciar dado que los sitios turísticos suelen estar muy abarrotados de chinos durante el fin de semana. Una vez en la residencia disfrutamos del final de la contrareloj del tour de Francia y nos fuimos a dormir, que estábamos destruidos. No hubo sábado de fiesta esta vez

El día de hoy ha sido tranquilo (y ha incluido gran compra en el Carrefour), en previsión de una nueva semana de divertidas clases de inglés y sacrificadas clases de chino intentando mejorar en este idioma que tanto cuesta. Ya os iré contando.

Por cierto, en la foto aparecemos de derecha a izquierda Rubén, una china a la que pedimos que posara con nosotros porque el modelito era espectacular, Xavi y yo que todavía no sé porqué no me quité la gorra. Lamentable.

My class

¿Os gustan mis compañeros de English Pre-Course? Esta panda es además una pequeña parte de mis compañeros de MBA08, concretamente un 20% pues somos unos 40 y se esperan como unos 200 alumnos en total. Se admiten comentarios, y sí, por algún motivo yo parezco un chino más.

Llevo dos días de lo más ocupados asistiendo a mi curso y a mis clases de chino, acabando deberes y haciendo trámites. Uno de los más curiosos lo he hecho hoy; tenía que ir a unas oficinas del "ministerio de exteriores" para solicitar el permiso de residencia. Hemos (Jose, un compañero becario, y servidor) llegado, sorprendentemente hemos esperado muy poco y nos ha atendido un policía. Hasta aquí todo normal. Lo sorprendente es cuando el policía me ha dicho "Firme aquí, por favor" en un perfecto castellano con acento sudamericano. La conversación se ha extendido respondiendo las preguntas que él me hacía sin necesidad de recurrir al inglés. Todo un shock el encontrar a un chino capaz de mantener una conversación en español, os lo puedo asegurar, ¡con lo que cuesta a veces hablar en inglés con ellos!

Tras los trámites, Jorge (otro becario) y yo nos hemos ido a una oficina de los ferrocarriles a comprar unos billetes de tren para ir a Suzhou el próximo sábado. También sorprendentemente hemos comprado los billetes bien, sin ningún problema y hablando en chino, como unos señores. La mayoría de las gestiones las hago en bicicleta, por lo que me estoy volviendo un poco experto, aunque sin exagerar.

Hasta aquí las aventuras de estos días, no demasiado emocionantes pero siempre llenos de cosas nuevas. Ah sí, con mis chinos del pre-course cada día mejor, hablamos, ronda la idea de que vayamos a un karaoke, se montan partidas de poker... Aunque a veces es difícil la integración, algunos son muy majos y hablan contigo de forma directa y francamente interesada. Me imagino que cuando empiecen las tensiones del curso algunas cosas no serán tan fáciles.

Un abrazo a todos.

Un español entre chinos

Escribo esto a las doce menos cuarto de la noche, en un breve receso entre un Power Point y mis deberes de chino. La buena vida está próxima a su fin o debería decir que ha se ha acabado porque hoy mismo he empezado el English Pre-Course, ese curso de cuatro semanas en el que voy a "mejorar" mi nivel de inglés y voy a compartir horas y horas con un buen puñado de compañeros y compañeras chinas.

Las clases a priori no son nada agobiantes, al menos no la de hoy. Por la mañana más speaking, por la tarde más listening. El problema principal es que ya tenemos que preparar una presentación para el próximo viernes y eso implica trabajar con los compañeros y trabajar en la soledad de la habitación. Yo que soy muy vivo he conseguido que mis compañeros no vean esto como algo a lo que nos tenemos que dedicar en cuerpo y alma, y vamos a simplificar un poco el tema y a no reunirnos tanto. Afortunadamente he ganado eso; el punto negativo está en que implica trabajo con independencia de lo poco o mucho que nos reunamos.

Mi grupo es bastante majo: Aaron, Jennifer, Sam y servidor. Que no os engañen los nombres, son todos chinos pero se ponen nombres pronunciables para el resto de mortales. Una de las cosas más curiosas que ocurren es que a veces se ponen a hablar en chino entre ellos y no sé si están comentando alguna cosa que no han entendido o me están poniendo verde. Cualquiera de las dos opciones es posible.

El resto del día casi inexistente porque entre eso, las clases de chino, hacer los deberes, ir al gimnasio y salir a cenar con los MBA07, se pasa el tiempo volando.

Voy con mis deberes de chino que si no Jane me matará mañana.

Party? What party?

Una de las mejores cosas de salir fuera es que conoces gente y te vas de fiesta con esa gente que conoces. Este sábado hemos tenido un día completo de turismo y fiestecilla. Ha empezado temprano, a eso las 9 y media, en nuestro meeting point particular: el distribuidor del segundo piso del dormitorio 2, donde están nuestras habitaciones. Desde ahí nos hemos dirigido en taxi a los jardines de Yu Yuan primero y al templo del Buda de Jade después. Las visitas turísticas son siempre interesantes; si quereis ver fotos buenas os aconsejo que busqueis información por Internet, las mías no son de una calidad demasiado alta y por eso este post hoy está libre de foto. Después de las visitas turísticas hemos comido en un restaurante lleno de chinos, como intentamos habitualmente para integrarnos en la cultura local y posteriormente nuestra intención era ir al Museo de Shanghai pero había tanta gente haciendo cola que nos hemos ido a visitar librerías para comprar algún material de estudio de chino, ese reto que todos tenemos.

Como a las siete teníamos que estar en casa de Erik, un MBA07, hemos vuelto corriendo a la escuela, nos hemos cambiado y junto con Gloria y Susana, otras dos becarias del año pasado, hemos cogido sendos taxis hacia nuestro destino final, mi primera fiesta internacional en Shanghai. Cena, copas y discoteca han completado un plan estupendo para un sábado en Shanghai. Hace poco pensaba en lo que echaba de menos salir a bailar, hoy me he dado cuenta de lo desentrenado que estoy, de lo mucho que me canso cuando llevo un rato y de la ventaja que me llevan algunos.... A ver si me pongo a su nivel. La integración sigue su curso, esto va a ser divertido.

Buenas y tardías noches. Deseadme que duerma bien porque aquí amanece de aquí a una hora y media.

De médicos y robos

Ayer fue un día tirando a anodino a excepción de la estupenda comida que nos metimos entre pecho y espalda en un tepanyaki cercano. Todo cocinado delante de nuestros ojitos, de una calidad estupenda y por un precio bastante razonable de 10 euros (una fortuna aquí). El día de hoy, sin embargo, ha empezado temprano porque tenía que ir a la otra parte de la ciudad a hacerme el reconomiento médico que se requiere para que te den el permiso de residencia. El trayecto se ha compuesto de un viaje en taxi, recorrerme casi entera una línea de metro y otro viaje en taxi. Afortunadamente llevaba "Cometas en el cielo" para entretenerme. En el centro médico me han puesto una batita y me han hecho pasar por diferentes habitaciones en las que me hacían pruebas. Tras el pago correspondiente me han mandado para la salida y taxi-metro-taxi para la residencia. En el centro médico me he sentido como parte de una cadena de montaje, iba de un sitio a otro siguiendo las instrucciones de diferentes enfermeras, poniendome en la cola tras otros extranjeros que iban a lo mismo, pasando por las manos de médicos que analizaban y observaban los mismos detalles de forma mecánica. Si hubiesen sido máquinas no hubiese notado la diferencia, y en ese discurrir me ha dado por pensar en lo ridículas que son a veces algunas de las cosas que hacemos y en el poco control que tenemos en algunas ocasiones de nuestra vida. Pero eso es otro tema.

Por la noche, después de cenar, hemos ido al piso de Emilio, uno de los becarios del 2007 a buscar unas cosillas que tenía para darnos. De hecho el ya no está y nos ha dejado las llaves; hemos entrado como ladronzuelos a recoger almohadas, papeleras, material de escritorio, maletas, bolsas... Variadas cosas que nos permitirán sobrevivir sin gastarnos un duro. De ahí la horrible foto de hoy, chatarrero total.

Hasta mañana.

En el principio...

Hace ya más de un año me lié la manta a la cabeza y decidí presentarme a la convocatoria de becas de La Caixa para irme a estudiar a Shanghai. La cosa salió bien y aquí estoy, a punto de marcharme, empezando este blog que espero poder continuar...

Seguid atentos...