domingo, 31 de agosto de 2008

De finales y principios

Se acaba agosto y con él la buena vida. Para muchos de vosotros se han acabado o están a punto de acabarse las vacaciones, para mi se acaba el ocio y empiezan las clases. Mañana bien tempranito tengo mi primera clase de accounting y no tengo claro que es lo que me voy a encontrar. Pero no estoy asustado, más bien tengo ganas de ponerme ya en marcha de una vez. Veremos cuanto me dura el ritmo.

Pero retrocedamos cuarenta y ocho horas en el tiempo. Situemonos en el viernes 29 de agosto en la Wecolme Party de los estudiantes. Habiamos preparado una actuación que pensábamos que sería divertida y debo decir que lo fue, para nosotros y para los que observaban como Susana y Antonio bailaban sevillanas, como nos moviamos al ritmo de "Amigos para siempre" o "Macarena", intentábamos cantar "Beijing huan ying ni" o sorprendiamos y resultábamos ridículos a partes iguales siguiendo las letras del "Chiqui chiqui". Después de la actuación se disolvió la fiesta (estaba planificado así, no fue culpa nuestra) y nos fuimos a tomar algo a un bar. Resulta que uno de los dueños del local es un profesor de la CEIBS y estaba allí sirviendo copas a antiguos y futuros estudiantes. Curioso. Allí charlamos con mucha gente y al final de la noche quedamos cuatro españoles sentados en las sillas del bar y decidimos volver finalmente al hogar, dulce hogar.

El sábado y el domingo han sido días de compras, con poco tiempo para nada más. El sábado en el fake market comprando unas camisas, el domingo en el PCMall, adquiriendo un ASUS EeePC que me va a hacer más ligeras todas mis tareas. Por lo demás el sábado se cerró cenando en un indio y tomando algo en un bar llamado Barbarossa. Tengo que contar algo respecto a esta aventura; decidimos, Antonio y yo, que no podiamos acabar la noche después de cenar, que había que ir a tomar algo, a echar un ratillo antes de ir a dormir. Antonio propuso ir al Barbarossa que está en People's Square; pero cuando llegamos con el taxi nos dimos cuenta que esa plaza es mjy grande, tanto que no sabiamos como encontrar el local. Tras varias preguntas logramos dar com el único que sabeía explicar como llegar. Entre caminos oscuros, gente extraña, parejitas jugueteando y desconocimiento tardamos más de media hora en encontrar el bar, pero valió la pena porque es un sitio bastante majo. No acabamos muy tarde y nos pasamos un par de horitas charlando de variadas cosas interesantes. Por una vez tuvimos una tranquila noche de sábado en el ajetreado Shanghai. Gracias Barbarossa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno.
Ya va siendo hora que empieces a trabajar :-).
Veo que estos días no has escrito, por lo que supongo que empiezas a estar liado.
para mi esta es la última semana, empiezo vacaciones el viernes. Biennn
Benjamín